RACE REPORT GMDS NATACHA MORALES: “wow, no queda nada”, y así fue, cruce la meta feliz y llena de gratitud, pare mi reloj el que marco 1 hora y 47 minutos

El Racereport toma dos historias de corredores amateur que de cero lograron su meta a traves del programa Nike Run Club Santiago

Me inscribí en la maratón de Santiago,  en febrero de este año, cuando se abrieron nuevos cupos, ya que para la primera venta no alcance, o no estaba tan convencida de ir. 

Mi primer acercamiento al running fue gracias a las redes sociales, donde llegue a la inscripción de NRC Santiago. Yo entreno harto, hace varios años, pero el running es muy distinto, y yo nunca había corrido, solo algunas veces en trotadora, o un trote suave para calentar, sin estar pendiente de velocidad o sin contar kms. 

En junio del 2021 por NRC me contacto un coach de nike, y me entregaron un plan, el que, en un comienzo, entre la pandemia, la gran sobrecarga que teníamos los funcionarios de salud, y mi miedo o flojera por salir a la calle a correr, seguía bastante poco. 

A inicio de este año crearon un chat con todos los que haríamos 21k, y un plan compartido para todos igual. Para mí ahí la cosa cambio, ver la cercanía de la gente, la motivación de algunos de salir a correr a las 6am, losmaravillosos ritmos que otros tenían, y el apoyo y motivación diaria de los coach, me llego profundamente, y dije: este mundo es maravilloso, quiero ser parte!. Admiraba a cada uno y eso me ayudo a atreverme más, creerme el cuento, ponerme las zapatillas y cumplir mi plan al pie de la letra. Seguí sagradamente el plan, combinándolo con mi rutina autodidacta de home gym. Si algún día no pude hacer el entrenamiento, lo recuperaba al otro, y así me vi poco a poco, dejando de sentir dolor en la cadera o la rodilla al correr, mejorando técnica, averiguando más sobre zapatillas de running, mejorando un poco cada día y queriendo más, de este nuevo mundo que se abría tan amistosamente para mí. 

Me fui a Santiago el día sábado 7, hace 4 años que me deje de vivir en Stgo, ahora vivo en Palmilla, comuna donde nací y crecí. Llegamos directo a la expo, yo ya iba súperemocionada y feliz, tanto que el viaje de 2horas 30 se me hizo eterno. El día estaba soleado, la fila fue rápida, y laexpo con muchas actividades entretenidas, con tiendas de running y trail. Vi a condorito y baile con él, le robe una foto a Forrest Gump, conocí al sequísimo atleta nacional  Carlos Díaz y en Nike abrace por primera vez en persona (después de tantos WhatsApp e historias de instagram) a  Coco Suarez el que fue mi coach de NRC.  

Retire mi kit, mi número de corredor y supe que saldría en la segunda oleada de los 21k a las 7:50. Mi meta personal era poder lograr esos 21 k en al menos dos horas, con eso ya me iría más que feliz, ya que en asfalto lo que más corrícontinuo, según el plan, fueron 18k. 

En la tarde vi mi ropa para el gran día, la que llevaba un poco pensada.  Me costó un mundo decidir si me ponía una polera rosada o una negra, al final opte por la negra, tuve que comprar alfileres de gancho porque mi kit no traía, hice una lucha con el número de corredor que era tan grande, que ocupaba casi mi polera por completo, pero al final quedo todo listo, con short y polera, confiada en que no haría tanto frio. 

El día domingo a penas sonó la alarma salte de la cama y me metí a la ducha, siempre me cuesta madrugar, pero ese día me levante feliz a las 5:15. Intentamos tomar el metro pasado a las 6, pero la estación los leones estaba cerrada. Compartimos un taxi con tres corredores más de 21k que también descubrieron cerrada esa estación.


Llegamos al parque pocos minutos después de las 7. En el parque me di cuenta de lo genial de los clubs de running, todos preparados con café y fruta para sus alumnos, sacándose fotos, con poleras iguales, como una hermandad; me sorprendió la cantidad y la diversidad de la gente, jóvenes, adultos, gente en peto, otras abrigadas hasta los dientes, algunos disfrazados, familias, de todo.

Me fui a encajonar, yo tiritaba, aún no se bien si fue por la emoción o por el frio del terror de ese día, quizás una mezcla de ambos. Quede en la primera línea de mi largada, justo al lado de los guardias, los que tomados de las manos, formando una cadena, avanzaban dándonos el paso hacia la línea de arranque. Se escuchó un C-H-I con fuerza, gritos de emoción y nos dieron el arranque.

Recorrer las conocidas y queridas calles de stgo para mífue mágico, en cada esquina había gente apoyando, dando ánimos, aplaudiendo, a pesar del frio las personas salieron a la calle a alentar, recuerdo un letrero que decía “trae pan”, otro que sostenían dos niños decía “vamos papá tu puedes”, incluso había una batucada. La energía de la gente te llenaba y te impulsaba a apretar, yo me fui tranquila para llegar al kilómetro 21 lo más digna posible. Tuve que tener mucho cuidado en los puntos de hidratación, ya que había muchos vasos plásticos en la calle, y como el asfalto estaba mojado era fácil resbalar, independiente de eso, disfrute a concho la ruta. Cuando llegue al GAM me dije “wow, no queda nada”, y así fue, cruce la meta feliz y llena de gratitud, pare mi reloj el que marco 1 hora y 47 minutos, seguí caminando, recibí la hermosa medalla, y orgullosa me la colgué de inmediato. Me reí de mi misma al intentar abrir el gatorade que nos entregaron y ver que mis dedos estaban tan congelados que no podía abrirlo.

Después de cambiarme y abrigarme un poco, me quede mirando a los finalistas que cruzaban la meta, observando aquella hermosa fiesta, que mezcla a todo tipo de gente y los reúne en esta pasión tan hermosa y gratificante que es running. Me emocione de sobremanera al ver cruzar la meta después de 42 Km a un finalista de aproximadamente65 o 70 años, su familia le gritaba y felicitaba desde el otro lado de la reja, su hija le grito “te amo papá, siempre orgullosa de ti”, él se levantó su número de corredor y abajo se había estampado “Daniela”, y el con lágrimas en los ojos le dijo, “es por ella, todo es por ella”, apuntando al cielo. Yo observando eso no pude evitar pensar en mi madre y emocionarme por ella y por Daniela también

Para mi GMDS fue una experiencia maravillosa, que espero volver a repetir todos los años que la vida me lo permita, tengo mucho por mejorar lo sé, asesorarme más, mejorar mi dieta, hidratarme en ruta, etc. Pero independiente de esto, estoy segura que volveré, seguiré intentando, aprendiendo y dando lo mejor de mí para mejorar día a día. Esta aventura del running para mi recién comienza, así que me quedo con el corazón lleno de alegría, gratitud y con el deseo enorme de rencontrarme el 2023 con la MDS como una corredora mucho más fuerte, preparada y esperemos más veloz. ¡Ahora a entrenar por ello!

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