De la trotadora a correr el Maraton de Miami, la experiencias y vivencias que nos relata Nicolás en compañía de Adidas Runners, la preparación de un maratón internacional
Nicolas comenzó a practicar deporte a mitad año 2017, con el objetivo de bajar de peso (pesaba 110 kilos), me inscribí en un gimnasio que quedaba camino a mi trabajo, así que a las 6 am estaba ahí, tres días a la semana, antes de irme a trabajar, ahora, si bien en esa época odiaba con la vida correr, era lo único que según yo sabía hacer, ya que no tenía idea de cómo hacer pesas, por ende lo único que ocupaba era la trotadora a pesar de los intentos de la gente al decirme que me podía lesionar las rodillas y todas esas cosas que nunca se cansan de decir, pero era lo que “sabía” hacer y pensaba que más me ayudaría.

Pasó el tiempo y de a poco en la trotadora comencé a notar que ya no eran 5 minutos de trote continuo, al poco tiempo ya eran 20 minutos, 30, una hora continua de trote y de a poco fui tomándole el gusto y además que la baja de peso, rápidamente se hizo notar, en 3 meses ya había bajado los primeros 10 (luego bajé 10 más y ahí me quedé hasta el día de hoy).
Ya en el 2018, en enero tuve que cambiar de trabajo y el gimnasio ya no me quedaba “a la pasada” así que pensé que sería buena idea salir a la calle, y así lo hice, salí a la calle y no fue lo mismo, dolió más pero la satisfacción de poder hacerlo sin odiarlo era tremenda y así seguí haciéndolo.

A principios de mayo, poco después del Maratón de Santiago 2018, que no corrí porque no tenía idea de corridas ni que existía ese tremendo evento, buscando en internet me topé con Adidas Runners, que básicamente me llamó la atención por la marca y que decía que te enseñaban a correr y lo mejor de todo, gratis.

Fue así, que mientras entrenaba me picaba el bichito del Maratón, sabía que sería duro así que necesitaba tiempo para entrenar, busqué uno que me permitiera conocer y que me motivara, así fue como me encontré con el maratón de Miami, a fines del 2018 y me propuse que el 2019 sería el año que dedicaría por completo a ese objetivo, que básicamente era, terminar mi primer Maratón, disfrutándola y ojalá en menos de 4 horas.
De la mano de Carlos Zbinden, quien me entrenó y me preparó excelentemente todo el año, incluso pensé en correr Viña porque en octubre ya me sentía preparado para hacerlo, y quizás lo estaba, pero me dijo que el objetivo era Miami y que tomara viña como control, así que fuimos por la Media, corriendo en 1:40:54, un PB que me sorprendió bastante en verdad porque como peso harto, correr bajo 5’ el mil me cuesta mucho, pero ese día las sensaciones fueron tremendas.
Llegó febrero, específicamente el 4 de febrero, partimos a Miami junto a mi Madre y un tío, la Kim, mi polola tuvo que quedarse lamentablemente pero ya nos reencontraríamos en unas semanas más que le tocaba viajar a ella. Bueno, llegamos a Miami el miércoles 5 de febrero en la mañana y la diferencia del clima se hizo notar, la humedad era tremenda ese día, pero bueno ya el trabajo estaba hecho y solo bastaba con disfrutar.

Al día siguiente, estaba mi gran amigo Anyomar Colmenares(o Adolfo como lo concen), un Venezolano que llegó a Chile y quien se había ido a vivir hacía poco tiempo a Miami y que es una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Salimos a trotar por la noche, unos 10 kilómetros para aclimatar el cuerpo y ahí fue cuando me di cuenta quela humedad juega un trabajo sucio y claramente no ayuda en nada.
Viernes 7 de Febrero, en medio de la lluvia fui a buscar los números del Tropical 5k y de la Maratón, en el Mana Wynwood Convention Center, donde estaba todo en ingles y español, no había ningún tipo de dificultad para ninguno de los miles de corredores que estábamos en ese lugar, todo muy fluido y muy claro.

El sábado por la mañana, temprano me levante para correr los 5k, que si bien en un principio no iba a correr, a última hora me decidí que si iba a vivir ese momento lo iba a hacer completo, así que fui, en los buses escolares que llevaban desde el estacionamiento a la partida, me encontré con 4 chilenos que eran del Warnke Running Team, que conocí ese día, todos muy simpatícos y nos quedamos luego en la fiesta que se hizo post carrera en Miami Beach, donde conversamos un rato, nos reimos y luego obvio las fotos en la playa con la medalla

Y bueno ya había que dormir, alojé en la casa de Anyomar,ese día ya que por suerte vive relativamente cerca de Bayside, que es donde está la largada. Ese día, había puesto la alarma a las 3 am porque quería alcanzar a desayunar y hacer todo tranquilo. Me acosté alrededor de las 10 de la noche, muy ansioso, tanto así que cuando desperté, vi una luz encendida y lo primero que pensé fue “me quedé dormido” y de un salto me levanté, miré el teléfono y eran las 2:55 am, así que todo bien, me fui a la ducha, luego a desayunar, Anyomar también se levantó y salimos hacía Bayside, donde llegamos tipo 5:15 de la mañana. Fuimos a dejar el bag y calentamos aproximadamente 10 minutos antes de partir, aun sin poder creer que estaba a punto de correr mi primer maratón en un ambiente espectacular, donde hay muchísima gente, muchísimos team de todo tipo de creencias y objetivos, todavía no podía asimilar lo que estaba viviendo.

Ya eran las 5:45 y comenzó la ceremonia con el himno de Estados Unidos y posteriormente la bienvenida por parte del organizador en español y en ingles, dan la largada a los atletas en silla de rueda, luego a los elite y a las 6 am en punto la largada a los primeros corrales, yo estaba en el corral E, por lo que tuve que esperar un poco, pero fue en ese momento en el que me di cuenta donde estaba parado, donde hacía tan solo 3 años atrás jamás pensé que estaría y la verdad me entró un sentimiento de emoción que jamás había tenido.

Ya eran las 6:20 am, dan la largada al corral E y partimos desde el American Airlines Arena, la meta era clara, primero disfrutarla y ojalá, solo ojalá, hacerla en menos de 4 horas, así que bueno, corramos, el plan fue partir lento para posteriormente ir aumentando y correr un poco menos lento jaja y promediar 5:30 al final de la carrera.
Partimos y un par de cuadras doblamos a la derecha para tomar el McArthur Causeway en dirección a Miami Beach, donde se podían ver los cruceros y la linda postal de Miami mientras amanecía. Ya en Ocean Drive, estaba de día y permitía maravillarse con Miami Beach completamente, la gente animaba, desde sus balcones, en la calle, tocando música, gritando, como fuese apoyabdo a los miles de runners que participábamos. Luego en el kilómetro 12 aproximadamente, me topé con el pacer de 3:55 y me quedé con él unos 2 o 3 kilómetros creo pero luego seguí por mi cuenta y ahí me di cuenta que estaba corriendo un poco más rápido de lo planificado, pero la sensación del momento hizo que no me importara. Así que seguimos, los primeros 18 kilómetros, ida y vuelta por Miami Beach es tremenda, motivante y preciosa, hacen que el half sea sin duda una carrera espectacular e inolvidable, pero en este caso, había que continuar.

Previamente, con el Chamo que, si bien él quería correr el maratón, no estaba entrenado para poder hacerla, así que acordamos que me acompañaría el último tramo, desde el retorno al Downtown, así que justo en el 18 nos encontramos y partió, yo iba bien, le comencé a contar cómo había vivido la primera parte de la carrera y de prontó ya habían pasado los primeros 21, la gente de pronto se hizo notoriamente menos, los del half ya iban a la meta y los 3.135 finalistas de la distancia madre tuvimos que seguir.

La ruta ahora era por Miami Avenue hacia el Sur, ni idea hasta donde llegaba, viendo el mapa era hasta CoconutGrove, a la altura del Peacock Park, pero bueno, seguíamos corriendo junto al Chamo, el plan iba perfecto, pasaban los kilómetros y seguíamos hacia el sur, kilómetro 30 y ahí me doy cuenta recién que el clima estaba perfecto, no lo verifiqué pero según yo, la humedad era casi 0% o muy poca, ese domingo en la mañana encajó justo y el clima sin duda nos acompañó.

El momento que más recuerdo fue el kilómetro 33, porque me marcó a las 3 horas justas, eso quería decir que la pega estaba hecha, o al menos eso pensaba, tenía una hora para correr 9 kilómetros y dije “ya está”.
Bueno, precisamente ahí fue el retorno hacia el norte, ahí comencé a sentir las 3 horas y tanto corriendo, yo pensando que la pega estaba hecha, pero quedaba la parte más difícil.

En el 38 ya las piernas y la cabeza me decían “camina” y yo le decía al Chamo “viejo, caminemos 1 minuto, solo 1 minuto” y creo que alcancé a dar 2 pasos y Anyomar me mira con una cara de odio diciéndome “Cómo se te ocurre que vas a caminar ahora”, me pega un palmetazo en la espalda y seguimos corriendo y tuvo una idea espectacular. Él que llevaba teléfono, llamó por videollamada a Kim, mi polola, que estaba en Santiago y pudimos vernos un rato mientras corría, y ese fue la mejor carga de energía, su “vamos chinito tú puedes” fue una inyección que me permitió seguir corriendo y llegar a la meta cuando ya yo pensaba que no quedaban piernas.

Kilómetro 40 y me di cuenta que la pega no estaba nada hecha momentos antes, me había demorado más de lo esperado pero aún estaba a tiempo y justo en ese momento comenzó a aparecer la gente nuevamente animando, kilómetro 41 y nos comenzamos a juntar nuevamente con los que corrían half, y ya estaba ahí la meta, entramos por la SE First St., marca el 42, en dirección al Bayfront Park, ahí quitaron al Chamo porque iba de pirata y yo seguí los últimos metros. Un giro a la izquierda en BiscayneBoulevard, una verdadera fiesta la meta estaba ahí, y crucé como se me ocurrió la meta, paro el reloj y el crono me da el tiempo que tanto había esperado..

No podía creerlo, lo había logrado, una sensación increíble, había corrido mi primer maratón, sub 4 que era lo deseado, creo que una sensación así es indescriptible.
Unos pocos metros mas adelante estaba la chica entregando las medallas y fue como que me pusieran una pesa de 10 kilos encima, no me podía nada, pero luego me encontré con mi madre, la abracé y me dejé caer con todo, aun no lo creía, lo había logrado, tanto tiempo de trabajo dieron sus frutos en las 3:55:57 que duró mi carrera, mi primer maratón.

Llamé a la Kim para contarle, a mis amigos, y a todos los que estaban siguiéndome por la app (que falló el chip) y decirles que lo había logrado y compartir la felicidad con todos ellos.

Luego vino obviamente el premio, una Pizza en Miami Beach con una cerveza para celebrar y descansar y a disfrutar de las vacaciones.

La carrera es maravillosa de principio a fin, espectacular recorrido, Miami es una ciudad que encanta por donde se mire, muy bien organizada, la hidratación cada 2 o 3 kilómetros, todo muy bien hecho, sin duda una experiencia que repetiría muchas veces y la recomendaría muchas veces más.
Agradecimientos especiales a mi Polola que en ruta y siempre me da esa inyección de energía para no detenerme, mi madre que me acompañó desde que se me ocurrió comenzar a correr y quiso estar ahí para mi primer maratón, al Tío Miguel que es un grande y estuvo también ahí para ese momento.
Anyomar, Adolfo, el Chamo, como quieran llamarlo que sin él y sin su palmetazo y cara de odio y el estar esos 24 kilómetros conmigo, sin duda ni hubiese logrado el objetivo.
Carlos Zbinden que me entrenó y me preparó todo el año, un gran atleta, entrenador y mejor aún, amigo.
Alfredo Quintana y los Toalla que siempre estuvieron para los fondos de fin de semana previos al maratón.
Los Adidas Runners que siempre dan ánimos a todos, sin importar objetivo, distancia ni tiempo, para todos es un hobbie, lo que nos gusta y disfrutan de los objetivos personales de cada uno.
Y todos mis amigos que siempre estuvieron en cada uno de los entrenamientos.
A Nicolás Mendoza y JM INMOBILIARIA que creyó en mi y me auspiciaron y me apoyaron en el proyecto.
Nicolás Pizarro Fernández.
Estamos.muy orgullosos de ti hijo mio❣
Felicidad maximapor ti,Nico.
Un gran abrazo